martes, 23 de noviembre de 2010

No digan que soy mala...

 Usar a mi bestia como simple perrito de compañía cuando me hago atender por un macho, es un juego que se ha convertido en una costumbre
 Por supuesto el macho es un anónimo puto de agencia, siempre distinto
 Aunque las situaciones son muy parecidas a las de estas fotografías, mi bestia asume sus labores pero con una expresión para nada feliz, sé que sufre y justamente por eso lo hago.
 Las primeras veces solo observaba y rumiaba su bronca
Entonces se me ocurrió hacerlo participar activamente, ordenarle que me acaricie, que me moje con su lengua
 Noto que se le humedecen los ojos cuando una verga ajena me hace estremecer con un orgasmo

 Pero no digan que soy mala...
 Todavía no le he ordenado esto:


3 comentarios:

  1. No eres mala. Yo creo que eres una Dama divina cuya personalidad justifica que tu bestia te adore

    ResponderEliminar
  2. Gracias Andreas, es verdad soy divina, y muchas veces caprichosa, me gusta enloquecer especialmente a los machos, y de todos a uno que se moriría de verguenza si viera su foto publicada en el blog.
    Piensa que esa es una amenaza mía; pero se equivoca, es una promesa.
    En cualquier momento la cumplo.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Debe ser una hermosa criatura ese macho para poder servir a tal señora

    ResponderEliminar