domingo, 17 de abril de 2011

Mano dura en guante de seda

La dominación femenina es algo mucho más polifacético y complejo que una simple tanda de azotes y ciegas obediencias masculinas.
La dominación se basa, simple y llanamente, en la fascinación sexual que ejerce la mujer sobre el hombre.
En el nivel profundo de la personalidad, esa fascinación queda realzada por el recuerdo de la madre todopoderosa de los primeros años de infancia.
El dominio de la mujer se basa en el sexo, sólo de ese modo puede obtener la necesaria obediencia del hombre.
El poder femenino debe ser femenino: sutil, descarado, sofisticado. Y ante todo debe ser poder.

2 comentarios:

  1. Sus palabras expresan lo que siempre he buscado y hasta ahora no había encontrado.Son palabras de una diosa.
    Deseo ser su más humilde admirador.
    Vivo en Madrid y puedo desplazarme.
    Aguardo forma de ponerme encontacto si lo estima conveniente.
    Esclavodek.0@gmail.com

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  2. Querido, cuando vengas por Buenos Aires no dejes de contactarte conmigo.
    Por ahora me gustaría que te abstengas de masturbate cuatro días y que al despertarte el día quinto te ordeñes pensando en mí.
    Besos

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