jueves, 27 de mayo de 2010


Mi bestia es robusto y fuerte, puede sostenerme y si yo perdiera el control que sobre él ejerzo podría destruirme con sus manos.
Pero mi control se funda en la astucia, en la sutileza y es más fuerte que sus músculos.
Necesita tanto las dosis de miel que le administro, que es capaz de sufrir dolor y humillaciones para no perderlas.
Adoro que mi bestia sea fuerte y robusto porque soporta mucho dolor y para humillarse tiene que hacer el doble de esfuerzo.
Con el placer que me provoca tortularlo fabrico las gotas de miel con que lo alimento.

1 comentario:

  1. Divinamente exquisito y un gusto refinadamente perverso. Tal y como debe ser en una Dama de clase.

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