sábado, 29 de mayo de 2010

La tela


Las arañas somos pacientes y muy trabajadoras.
Tejemos todos los días, pero no como Penélope para deshacerlo por las noches.
Nuestra tela es suave y atractiva.
No salimos a la caza de nuestro alimento.
Las víctimas caen solas en la trampa, y es una trampa de la que no pueden huir como de otras, en las que pagando con heridas existe la posibilidad de zafar.
Las arañas esperamos hasta que debilitada por el esfuerzo la pieza cobrada recibe como una bendición el momento en que nos decidimos devorarla.

1 comentario:

  1. Exactamente así tiene que ser cuando el ama es una Dama. La elegante rendición de la víctima

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