martes, 1 de junio de 2010


Mi bestia permite que le pise el pito esperando que una vez satisfecho mi capricho le permita cogerme.
Y yo que soy además de magnífica, magnánima, le concedo la gracia.

Pero después de coger, cuando queda rendido, ardido y sensible vuelvo a pisarlo y me deja lista para un buscar un nuevo orgasmo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario